29 abr 2012

COMER COMO UN CAVERNÍCOLA


COMER COMO UN CAVERNÍCOLA



     A muchas personas nos ha pasado que luego de ingerir alimentos copiosamente pensamos que hemos comido como un auténtico cavernícola, incluso algunos como mi tía, cuando se comen una pierna de pavo dicen “me comí una pierna de Brontosaurio”, evocando a la caricatura de “Los Picapiedras®”, y es que a pesar de tantos avances que hemos desarrollado, a pesar de tanta tecnología, no podemos separarnos totalmente de nuestros antepasados cavernícolas; esto se debe a que nuestra cargamento genético está programado para responder a las situaciones que se nos presentaban en la prehistoria. Ya varios somos testigos y hemos vivido las verdaderas luchas de selección natural y el comportamiento Neanderthal en el Metro de Caracas. Todo esto nos da una introducción para el tema del que hablaremos hoy “El gen ahorrador de energía”, que nos acompaña fielmente desde la Prehistoria, convirtiéndose para algunos en un tema de verdadera Pre-HISTERIA, dada su complejidad.



     Hace millones de años, la mujer más deseada por todos era la antítesis de la de ahora, para ello el mejor ejemplo es la Venus de Willendorf, la cual con su voluptuosidad conquistaba a muchos trogloditas, y es que en la prehistoria el tejido adiposo o grasita era muy apreciado, pues cumplía 3 funciones primordiales:

1. Protección contra el Frío: se sabe que personas con bajas reservas adiposas pueden llegar a sentir más frío que aquellas que tienen una reserva más abundante. En el tiempo actual este problemita del frío lo hemos solucionado con la ropa, las casa y los calentadores o calefacción, incluso con el calentamiento global que sufrimos puede ser que lleguemos a perder parte de esta función termorreguladora de nuestro tejido graso.

2. Protección ante ataques de animales salvajes u otras tribus: Este es otra función que actualmente no necesitamos en gran medida, los animales que nos acompañan están domesticados y los salvajes no los encontramos en nuestras ciudades; además el hombre cada día es más civilizado, y avanzamos en ello cada segundo.

3. Reserva Energética ante la falta de alimento: siendo este último uno de los factores que nos queda pendiente por controlar, en algunos casos por falta de dinero o abastecimiento para comer, y en otro lugar las dietas de moda o los malos “consejos”, en los cuales se promulga evitar alguna comida como por ejemplo la cena; estas acciones activan nuestro gen ahorrador que busca “protegernos” (bajo la programación de la prehistoria) reservando y aprovechando al máximo los pocos nutrientes que ingresa al organismo. Personalmente, siempre lo explico con esta metáfora:

     Imaginemos que estamos ante una situación en la que tenemos cerca de un mes sin encontrar Harina de Maíz Precocida, conocida por todos como HARINA PAN (valga la cuña para Empresas Polar), un mes sin comer arepas, empanadas, bollitos, etc. En este punto algunos me dicen que no hace falta imaginarlo, pues ya lo están viviendo, sin embargo, no caigamos en controversias y continuemos el ejercicio mental… quedamos en la imperiosa necesidad de comer arepa y no encontramos la harina de maíz en ningún lado, y de repente, como milagro del cielo van a mi consulta y les regalo un bulto de harina de maíz (20 Empaques de 1Kg c/u) ¿Qué harías tú con ellos? La gran mayoría responde que se comería unas arepas, lo cual es lógico, pero ¿Qué harías con el resto?, te estoy regalando 20 empaques. La respuesta es clara: “¡Me los llevo y los guardo!” ¡¡EXACTO!! Eso mismo que estás haciendo con la harina, es lo que hace el cuerpo cuando se le priva de alimentos durante mucho tiempo, él es sabio y como ya conoce, por ejemplo, que en la noche no hay comida y que tendrá cerca de 12-16 horas sin alimento, cuando llegue la próxima comida él va a agarrar lo que necesita y además va a almacenar todo lo que pueda de forma muy eficiente, es por esto, señoras y señores, que las personas que dejan de consumir alguna comida no pueden llegar a rebajar exitosamente y lo poco que pierden no lo mantienen durante mucho tiempo.

     Esta reacción no es más que un sistema de sobrevivencia prehistórica, es algo natural y es lo que se le conoce como un efecto enlentecedor del “metabolismo”. Para hacer frente a este fenómeno natural está el consejo nutricional de comer, al menos, 5 veces al día, incluyendo 2 meriendas que buscan saciarnos y favorecer la “aceleración del metabolismo”. Así que ya sabes, somos Homo sapiens sapiens y como seres pensantes debemos de comer “Conscientemente”, con la cantidad y frecuencia adecuada. No te pierdas la próxima entrega en donde hablaremos del “Comer Conscientemente”, en el aquí y el ahora. 

Lcdo. Pablo I. Hernández R. 
Nutricionista - Dietista
Caracas - Venezuela
+58-416.408.20.19

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